Indudablemente a quienes manejan y financian a su antojo al ala radical del magisterio se les rompió ayer el hilo por lo más delgado tras la muerte de uno de los profesores al llevar a cabo una de las acciones que nada tiene que ver con una marcha pacífica
Para nadie es un secreto que en los últimos tiempos los profesores han subido el tono a sus tácticas de protesta para presionar a las autoridades con el propósito de echar para abajo la llamada reforma educativa que a decir de los educandos, atenta contra sus derechos
Sin embargo las cosas las han llevado al terreno de la violencia, estirando la liga de la tolerancia y llevándose de corbata no solo al magisterio sino a la propia sociedad que ha quedado atrapada como rehén de sus métodos de lucha
Creemos que lo sucedido ayer fue la gota que derramo el vaso pues ya costó la vida de un ser humano
Ojalá recapaciten y cambien sus métodos de lucha, pues las cosas ya las están llevando muy lejos
Por lo pronto la sociedad se dice harta de estos escenarios que superan el derecho a la libre manifestación de ideas de los profesores, pues una cosa es su inconformidad a la reforma educativa y otra muy diferente trastocar los derechos de la ciudadanía, que piden imponer ya el estado de derecho
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