Tiene mucha razón el Presidente del Consejo de la Cuenca de los ríos Grijalva y Usumacinta, Alfredo Araujo, al señalar la urgente necesidad de llamar a cuentas a los 15 presidentes municipales que siguen permitiendo que la basura y las aguas negras continúen yendo a parar a las aguas del Cañón del Sumidero, ocasionando un tremendo daño ambiental
Aunque el tema no es nuevo, la problemática es latente y crece todos los días debido a que ningún alcalde de los que han pasado en estos 15 municipios se ha preocupado por edificar un relleno sanitario ni plantas de tratamiento de aguas residuales, unos por flojera y otros por falta de interés, pues siempre han estado más entretenidos en cortar listones inaugurales de obras de relumbrón que de agarrar al toro por los cuernos
Y en esta dinámica de apatía se nos han ido más de 30 años de crecimiento demográfico y de contaminación indiscriminada
Por eso coincidimos en que llego la hora en que la autoridad no solo debe llamar a cuentas y sancionar estos 15 presidentes sino que debe exigirles la edificación de infraestructuras que detengan este daño ecológico y dejen de calentar la silla, no es posible que todo el paquete se lo dejen al alcalde en turno de Tuxtla Gutiérrez, quien es el único que invierte en estos proyectos
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