En México anualmente fallecen de entre 4 a 6 mil personas por asma y sus complicaciones, además de que un 10 por ciento de la población tiene este mal respiratorio, por lo que es necesario hacer conciencia para que se adopten medidas de prevención de esta enfermedad que es una de las más frecuentes en niños y adultos.
En el caso de Chiapas, por lo menos un 11 por ciento de la población infantil de entre los 2 a 5 años de edad que acude por atención médica al Hospital de Especialidades Pediátricas de Tuxtla Gutiérrez, padece alguna enfermedad relacionada con asma, aseguró el neumólogo pediatra Jesús Elias Ovando Fonseca.
Señaló que incluso esta enfermedad provoca que muchos de los niños dejen de asistir a la escuela, además de que los padres también se tienen que ausentar por varias jornadas a su trabajo, lo que también llega a tener repercusiones económicas en la familia.
“De ahí la importancia de mantener esta enfermedad lo mejor controlada posible. Desgraciadamente no hay una cura total, pero si existen ya varios medicamentos que te pueden ayudar a controlar esta enfermedad.”
Jesús Elías Ovando Fonseca explicó que el asma se caracteriza principalmente por una inflamación a nivel de los bronquios junto con una hipersensibilidad de los mismos, lo cuál favorece que con cualquier irritante que hay en el ambiente se pueda producir que se cierren y que produzcan mucha secreción, por lo que el paciente refleja tos frecuentes, sobre todo en las noches, en las mañanas, falta de aire, sensación de ahogamiento y en otros casos hasta el escuchar el silbido del pechito del niño.
El especialista mencionó que aunque las enfermedades alérgicas suelen incrementarse en invierno, en Chiapas factores como el humo producido por las quemas agrícolas e incendios forestales, hace que se descontrolen males como el asma, la rinitis alérgica y resequedad e inflamación de las vías respiratorias entre otras.
Por lo que recomendó tener siempre a los niños bien vacunados y cumplir con el esquema marcado en la cartilla, llevar una dieta bien balanceada, evitar el contacto con familiares o personas que estén enfermas con infecciones respiratorias, evitar el contacto con personas que fuman o contacto con humo y las personas que acostumbran a cocinar con leña.