Tradiciones indígenas en riesgo por regreso de migrantes

por Notinúcleo Networks

Aunque son muchos más los que se van, también hay chiapanecos que regresan a sus hogares al quedarse sin empleo, por ser expulsados por las autoridades migratorias, e incluso no poder cruzar la frontera de los Estados Unidos, lo que da paso a un fenómeno cada vez más visible como lo es la transculturización, reveló Efraín Lizano Ruiz, investigador universitario.

Destacó que más allá de su regreso por falta de oportunidades, el fenómeno de la transculturización cada vez es más evidente en las comunidades chiapanecas, en donde quienes regresan imponen nuevas formas de vestimenta, culturas y hasta modelos de construcción de viviendas más “americanizadas”.

En ese sentido dijo que los cambios culturales se pueden observar con mayor puntualidad en municipios como Zinacantán y San Juan Chamula entre otros, que son de los lugares que tiene la mayor expulsión de migrantes hacía los Estados Unidos, pero que cuando regresan imponen nuevas formas de vida, lo que incluso puede ser peligroso para las tradiciones locales, pues las ponen en riesgo de desaparecer.

“Podría darse el riesgo porque ya lo hemos perdido muchas veces por ejemplo en la vestimenta, en la forma de la alimentación, se va perdiendo el proceso de la aculturación como región; traemos modelos y los venimos a aplicar de manera directa o indirecta a las economías locales.”

El investigador y docente señaló que durante los últimos 10 años en las comunidades chiapanecas, ya se pueden observar como las construcciones han pasado a tener diseños norteamericanos, en donde los materiales ya son más variados como en el caso de las cabañas.

De acuerdo con el antropólogo chiapaneco Iván Francisco Porraz Gómez, a través de su artículo “Representaciones sociales de los jóvenes migrantes retornados en un municipio de Chiapas” los muchachos que tienen experiencia migratoria y regresan a sus comunidades por voluntad propia o repatriados entre otros, recrean y re significan los avatares de su vida social y cultural fuera de su comunidad de origen.

Es decir, quienes han retornado de manera temporal o definitiva, tienden a agruparse y, ante la admiración de otros jóvenes sin experiencia migratoria, producen comportamientos diferenciados, como el uso de una estética, un estilo o una “facha” muy particular, cuya apariencia corporal pone en evidencia ya la vestimenta norteña, la del “pocho” o la del joven “rockero”.

Lo que pone en riesgo la identidad y cultura de las comunidades indígenas, pues poco a poco y tras la imitación, muchos niños y jóvenes se van olvidando de su vestimenta, comportamiento, alimentación y hasta lenguaje habitual.

Te puede interesar