Después de dos días de reuniones, los ministros de 140 países que participan en la COP13, emitieron la Declaración de Cancún, donde se comprometieron a trabajar en el seno de sus gobiernos y a través de todos los sectores para integrar la biodiversidad, estableciendo marcos institucionales, legislativos y regulatorios eficaces.
Lo anterior incorporando un enfoque económico, social y cultural inclusivo con pleno respeto por la naturaleza y los derechos humanos.
Acordaron mejorar el marco regulatorio de las actividades del sector privado, optimizar los incentivos y promover herramientas para la conservación, utilización sostenible de la biodiversidad, así como para la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos.
“Tomando en cuenta que los sectores agrícola, forestal, pesquero y del turismo dependen en gran medida de la biodiversidad y sus componentes, así como de las funciones y servicios de los ecosistemas que sustenta la biodiversidad, y que estos sectores también causan un impacto en la biodiversidad de diversas formas directas e indirectas, también nos comprometemos a emprender acciones específicas para cada sector, adaptados a las necesidades y circunstancias de cada país, en consonancia con otros acuerdos internacionales pertinentes”, señala el texto de seis cuartillas.
Entre las acciones pactadas por los ministros se encuentran: alentar a los sectores que dependen de la biodiversidad o causan impacto en ella a adoptar enfoques integrados para su conservación y utilización sostenible.
Además, determinaron convocar a organizaciones como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, bancos de desarrollo e instituciones financieras y de cooperación a apoyar la coherencia de las políticas públicas en los programas, creación de capacidad, la gestión del conocimiento y los mecanismos de implementación, particularmente en los países en desarrollo.