Pilotos Aviadores, la seguridad en el cielo mexicano

por Notinúcleo Networks

Levantar una T-6C para volarla por el espacio aéreo mexicano se traduce en una sola cosa: que los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) están cumpliendo con uno de los objetivos principales que es cuidar la soberanía del país.

El sonido de las hélices puede ser ensordecedor; para subirse a estas aviones se requieren de preparación en el Colegio del Aire de la Escuela Militar de Aviación; los Tenientes Edgar Eduardo Sánchez Sánchez y Daniel Zúñiga Cervantes son recién egresados pero ya acumulan más de 300 horas de vuelo.

Ambos saben la responsabilidad que tienen con el escudo que portan. Cambiaron la vida civil por la militar; optaron por enfundarse un casco que lleva una toma para suministro de oxígeno cuando vuelvan a más de 10 mil pies de altura.

La familia, dicen, siempre será una motivación para seguir con el adiestramiento. Su preparación la llevaron en Zapopan (Jalisco) pero ahora laboran en la Base Aérea Militar número 6 que está en Tuxtla Gutiérrez y con frecuencia se mueven a Ixtepec (Oaxaca) para seguir con las prácticas.

La inspiración para ingresar a las Fuerza Aérea Mexicana fue distinta pero con el mismo objetivo: aportar los conocimientos necesarios, la preparación y entrega para defender siempre a la nación.

Informa: Adolfo Abosaid

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