Hoy no hay tanta obra donde se ocupen los arquitectos, como lo hubo en otras épocas, en tanto cada vez se reduce más el nicho de mercado y cada vez son más los egresados de la carrera que se dedican a la obra pública, sostiene la arquitecta Mónica Vudoyra, presidenta del Colegio de Arquitectos Chiapanecos, AC.
Entrevistada en las vísperas de que entregue la estafeta, luego de que ha terminado su periodo al frente del colegiado, enfática dijo que al menos en el gremio que ha representado la mitad de los asociados se dedican a la obra pública y la otra mitad a la docencia, desarrollo urbano, restauración y al sector privado.
Si hoy es más difícil que en otras épocas ocuparse en la obra pública, pero hay otras opciones de especialidades, aseveró
Aseguró que el objetivo del Colegio no es abrir nichos de mercados, sino defender los intereses que tienen en común, para poder desatorar alguna cuestión que se presente. Apoyar, dar acompañamiento en la conformación de reglamentos y leyes, proyectos.
Sin embargo, el trabajo de los arquitectos es importante y hay mucho donde ocuparlos, por ejemplo restauraron una fachada y han tenido muchas solicitudes, pero eso no lo pueden hacer porque no son beneficiencia, ya que la muestra la realizaron por medio de un curso y los gastos se cubrieron con dinero recaudado de los socios. Los ponentes donaron el dinero para poder comprar material, las autoridades solamente dieron permisos. En esa restauración se aplicaron ciertas técnicas.
De su paso como presidente del Colegio, anotó que presentaron un plan de trabajo al inicio del periodo, logrando tener todas las comisiones activas, relacionarse a nivel nacional e internacional con otros arquitectos; haber representado a todas las especialidades de la arquitectura y tener una gran participación de mujeres arquitectas.
Haber estado al frente del Colegio, dijo que es algo que quería hacer, por lo que se incorporó al gremio en 2020, donde pudo ser secretaria general, vicepresidenta y dos coordinaciones, además de participar en la Federación. Era un gusto por el servicio, sobre todo que los cargos son honoríficos, sin retribuciones económicas por el servicio que prestan a los asociados.
Informa: Cosme Vázquez