A poco más de tres años de que ingenieros civiles, investigadores y académicos en Chiapas, realizaran un diagnóstico en donde detectaran que los embovedados en Tuxtla Gutiérrez se encuentran en mal estado, poniendo mayor énfasis en el del arroyo San Roque el cual presentaba 59 socavones, Protección Civil municipal asegura que han dado el mantenimiento requerido, sin embargo, enfatizaron en lo viejas de estas construcciones.
Y es que, estos importantes afluentes, tienen una antigüedad de más de 40 años, sin embargo, hasta hace poco más de tres años, recibieron el mantenimiento que requerían.
Fue a principios del 2020, que especialistas expusieron ante medios de comunicación que en el embovedado del arroyo San Roque, 321 viviendas se encontraban en riesgo, pero precisaron que esas construcciones no deberían ocupar esos espacios.
Dicho llamado, fue atendido por elementos de Protección Civil, quienes señalaron que en la capital chiapaneca son tres los embovedados de mayor importancia (San Pascualito, San Roque y El Sope, que hasta la fecha no representan un riesgo, derivado a los trabajos para la mitigación de riesgos.
No obstante, la dependencia señaló que es la misma población quien ha reducido el cauce de afluentes, por construcciones que se realizan de manera irregular sin el aval de las mismas autoridades municipales.
Informa: Lizbeth Leyte