Los fondos irregulares, de profundidades variables y siempre invisibles para los ojos de los bañistas constituyen principal peligro al refrescarse en espacios naturales como ríos, embalses o presas. Así lo considera América Samayoa, paramédica de la Escuela Nacional de Especialidades de la Cruz Roja Nacional.
La experta, responsable de la Especialidad en Guardavidas de la ENDE, explica que incluso para los expertos nadadores bañarse en un río conlleva un sinfín de riesgos, una de ellas, las variaciones del terreno, además de los diferentes cambios de corrientes.
Subraya que gracias a los operativos durante las vacaciones de las diferentes épocas del año, las muertes por ahogamiento han disminuido en gran medida, esto en comparación a años anteriores; por ello America Samayoa exhorta a la población que acude a ríos, lagos o playas a seguir las indicaciones de las autoridades.
En el caso de los menores, explicarles de forma detallada qué está permitido y qué está prohibido. Aun así, las prohibiciones por sí solas no garantizan la seguridad, por lo que la prevención es algo importante.
Informa: Reynaldo Esquinca