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Embajada de México en Alemania restituyen al país 40 piezas prehispánicas

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Una Cabeza estilo olmeca que muestra el rostro de un personaje de expresión adusta, con los lóbulos de las orejas perforados y diseños esgrafiados en el área de la frente y las mejillas, elaborada por las culturas de la Costa del Golfo de México durante el preclásico mesoamericano, que data del año 1200 a 600 antes de nuestra era.

Ésta es una de las 40 piezas de origen prehispánico, “con un valor histórico y cultural incalculable”, que han sido restituidas al país gracias a las gestiones de la Embajada de México en Alemania y que hoy serán presentadas en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Son las primeras piezas restituidas que llegan al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Su antigüedad va desde el periodo preclásico hasta el posclásico y provienen de la cultura maya, de la Costa del Golfo, del Altiplano Central, de la zona mixteca y de la teotihuacana, entre otras”, afirma David Esquivel Palomares.

En entrevista, el agregado para el Patrimonio Histórico-Cultural en México de la Embajada de México en Alemania detalla que las piezas llegaron a tierras aztecas el pasado 17 de marzo y fueron entregadas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el 22 de marzo, para su registro y posible generación de algún circuito expositivo.

“Alemania es relevante en la materia, porque es el país europeo que presuntamente tiene más objetos con valor arqueológico y etnológico sobre México. No hay una cifra exacta al respecto, porque ni siquiera ellos saben a cuánto asciende el número de objetos que custodian.

“Actualmente, existe una coyuntura en Alemania que tiene que ver con repensar las narrativas colonialistas al interior de los museos y queremos aprovecharla porque es cercana a los esfuerzos de México para proteger el patrimonio en el exterior”, comenta.

El comunicólogo explica que la recuperación de los objetos arqueológicos se dio “gracias a las gestiones de sensibilizar lo que son estas piezas fuera de su contexto de origen; entonces, varios particulares decidieron voluntariamente regresarlas. Hubo otros esfuerzos que tienen que ver con incautaciones o con el rastreo de venta ilegal”.

De esta forma, el INAH ya tiene bajo su custodia, entre otras obras, un hacha de garganta elaborada en roca metamórfica mediante las técnicas de talla por percusión y pulido por abrasión, procedente del Altiplano Central; así como un personaje femenino en posición sedente, con el torso desnudo y una falda, manufacturado por las culturas de Nayarit (300 a.C.-600 d.C.).

Además, otro personaje en posición sedente que sostiene sus piernas con los brazos, tiene el rostro liso y presenta una nariz prominente, de la región del occidente de México, que data entre el 300 a.C. al 600 de nuestra era. Y un cajete elaborado en barro modelado, de superficie alisada y pintada en color negro y blanco sobre anaranjado, proveniente del Altiplano Central (1000-1300 d.C.).

Esquivel destaca que la restitución de las 40 piezas es el primer resultado de un programa más ambicioso que puso en marcha el embajador Francisco Quiroga. “Tiene que ver, en primer lugar, con la identificación del patrimonio mexicano existente en Alemania, no sólo de piezas arqueológicas y etnológicas, sino a nivel documental amplio, archivístico, biblioteca, fototeca; todas las tipologías documentales que puedan tener un valor para nuestro país, sean viables de restituir o no”.

Quien posee un posgrado en Políticas Culturales y Gestión Cultural por la UAM indica que también realizan “gestiones con las instituciones gestoras de la memoria y generan proyectos de cooperación en términos de investigación y de digitalización e intercambio de datos, para que el patrimonio que custodia Alemania pueda ser accesibles a todo el mundo desde las plataformas digitales mexicanas, como Memórica”.

Y da como ejemplos el acervo del arquitecto mexicano Luis Barragán, que se encuentra en un museo dedicado al diseño y la moda en Alemania; y el fondo inédito de Guillermo Kahlo, de fotografías tomadas por él en fundidoras y cerilleras mexicanas, ubicado en el Instituto Iberoamericano de Berlín.