Francisco Alejandro, músico urbano, desde hace casi tres años todos los días se instala en la vía pública para trabajar… con su guitarra hace resonar canciones de rock de los 70´s y 80’s.
Él, es una de las 32.2 millones de personas Económicamente Activas en México que tienen un empleo generado por la informalidad.
(0:38) “Yo soy de Guadalajara… estuve trabajando en restaurantes, pero después de la pandemia se puso cada vez más difícil, trabajo en fiestas, eventos, buffet”
No cuenta con prestaciones mínimas de ley y su sueldo tampoco está garantizado, pero asegura que mientras salga a trabajar tendrá percepciones económicas, que incluso llegan a ser más de las que percibía cuando trabajaba de manera formal como músico en un restaurante de San Cristóbal de Las Casas… pero si Francisco se llegara a enfermar quedaría completamente desprotegido.
“La persona no recibe ningún tipo de prestaciones de las que por ley se establece, la seguridad social, vacaciones pagadas, días de descanso, en caso de mujeres, licencia de maternidad, aguinaldos”.
Pero la diferencia entre un empleo formal e informal va más allá del impacto directo que tiene al trabajador, también afecta a la economía del país y el impacto negativo llega hasta al consumidor.
“El Estado deja de recaudar esos impuestos… (0:40) que diga el Estado, bueno, como tengo mucha informalidad… (0:49) se lo voy a poner el impuesto al consumo”.
Francisco Alejandro ya cuenta con más de 55 años de edad y está consciente del riesgo que representa trabajar en la vía pública, y más aún, de no contar con servicios de gratuitos de salud, sin embargo, la falta de empleo bien remunerado lo ha hecho preferir la informalidad.
“Pues así es, ahorita hay que buscarle de todas formas… llegó la pandemia y corrimos a la ciudad y precisamente en este lugar fue donde inicié a tocar así”.
Las causas del aumento de la informalidad son variadas; de acuerdo a la especialista se encuentra el bajo crecimiento económico del país, ya que, al haber poca inversión, no existen fuentes de empleo que se ofrezcan a la población calificada.
O bien, como el caso de Francisco, quien ha tomado la decisión de gestionar su propio tiempo y su forma de trabajo… a cambio de la estabilidad que pudiera ofrecerle un empleo formal.
Informa: Lizbeth Leyte