Siguiendo la tradición ganadora que hay en el doyang Vera’s Taekwondo, María Camila León Román y Jesús Aquiles Vera Rodríguez se suman a la lista de medallistas de Olimpiada Nacional, haciendo cumplir así los pronósticos que su propio entrenador, Enrique Vera Álvarez, vaticinó de ellos, esto luego de regresar de Chetumal, Quintana Roo con 2 metales de bronce.
María Camila
En entrevista, este par de jovencitos hablaron de su experiencia en Chetumal. Primeramente, María Camila, se mostró contenta por debutar en olimpiada con una medalla, “es una sensación muy padre, es emoción, alegría; porque todo lo que vas entrenando vez que da resultados. Todo lo que quieras lograr se puede volver real, no hay imposibles. Agradezco al profesor Venamar Ramos Vera por el apoyo, al profe Pacheco por los entrenamientos y regaños para mejorar, al profe Enrique Vera Álvarez por todo su apoyo”.
De lo que fue su actuación en el tatami, dijo “es mucho nervio, porque te sientes pesado, vez todas las personas que te están viendo representando a tu estado. Cada pelea, desde el pesaje es nuestra primera pelea, llegar hasta ahí y pasar los combates. Hay que seguir preparándonos y el siguiente año nos irá mejor”.
Finalmente, la pequeña taekwondoína ya se mentaliza para los siguientes retos, así como también, aprovechó para mencionar y agradecer a sus padres el apoyo.
“Más preparación física, mental, más combates y torneos. Ahorita viene el Grand Slam, viene el Junior y eso nos sirve de preparación y llegar mejor preparados para el otro proceso de Olimpiada”.
“Les agradezco todo el apoyo a mis papás, porque desde más pequeña me han dicho que lo que me proponga lo puedo lograr, me han dado el apoyo económicamente; porque es un gasto grande y han estado ahí en las buenas y las malas”, explica.
Jesús Aquiles
Por su parte, Jesús Aquiles hizo mención de la felicidad que lo embarga en ser medallista en su primera olimpiada y de esta manera continuar con el legado de la familia Vera en el Taekwondo.
“La verdad se siente bien haber ganado una medalla, la primera competencia de olimpiada. Esta medalla significa mucho para mí, para mi familia, mis padres anhelaban esta medalla y confiaba en mí. Me costó muchas horas de entrenamiento y dedicación”, dijo.
El menor de la dinastía Vera Rodríguez se dijo no quedar molesto por el bronce, ya que sabe que apenas es el inicio de los procesos de olimpiada para él, “al principio estaba nervioso por ser mi primera olimpiada, pero entrando al área se te va y entra la emoción, esa sensación de combatir. En mi semifinal no me sentí mal por perder, es mi primer nacional y había llegado lejos, perdí por un punto, pero di lo mejor de mí”.
Finalmente, esa tradición familia en el taekwondo para él tiene mucho significado, por lo cual agradece a sus padres, hermanos, así como demás gente, por su apoyo brindado hacia su preparación.
“Se siente bien. Todo empieza con mi papá que fue gran competidor, de ahí siguen mis hermanos, igual reconocidos y yo quiero alcanzar sus logros y también superarlos, así que agradezco su apoyo de mis padres, mis hermanos, al profesor Pacheco que nos estuvo ayudando”.