El ritmo del tambor, las sonajas y la chirimía rompieron el silencio ancestral de la zona arqueológica Izapa ubicada en el municipio de Tuxtla Chico y a 10 minutos de Tapachula.
Sacerdotes y sacerdotisas mayas del sur de Chipas y Guatemala se reunieron en este centro astronómico prehispánico para realizar la ceremonia del fuego sagrado y pedir por la madre tierra, la mama pacha como le llaman, explica Diego Tooj, sacerdote maya.
En esta ocasión la ceremonia sagrada fue especial, entre el incienso, el copal y la luz de las velas se pidió para que la paz regrese a Chiapas, dice Diego Tooj.
Los Tatas han llamado a los sacerdotes y sacerdotisas mayas para que promuevan la paz y el amor, por eso las oraciones, cantos y danzas que es urgente para los momentos que se viven actualmente.
El sonido de la caracola al viento señala la llegada de los espíritus a la mitad de la ceremonia entre las plantaciones de cacao que le dan un toque místico al ritual.
El evento espiritual fue muy privado, sólo para una veintena de personas con energía especial, como Amílcar Solís oriundo de Tapachula o Viviana Gómez venida desde San Cristóbal de las Casas.
El fuego se avivó y cobro intensidad, señal para los mayas que algo bueno pasará, confían que este ritual sagrado acompañado de las ofrendas como azúcar, maíz y frijol colocadas sobre la tierra para buscar protección y buena vibra.
Informó Julio Navarro Cárdenas, Notinúcleo.