“Ser sexoservidora no impide que seas mamá”

por Notinúcleo Networks

El festejo será como cualquier otro día, mantener la casa y los hijos  son obligaciones que no conocen de fechas memorables obligadas por una sociedad que las mal mira, las critica, las ofende y humilla y que parece nadie entiende. Así es la vida de Isis y … la nombraremos Zulema… La primera, bailarina en un centro nocturno de Tapachula, de esos lugares donde dicen reina el pecado pero que muchos desean entrar, la segunda trabaja en la calle por las noches, en la avenida central de esta Perla del Soconusco… Isis tiene 27 años es de Honduras, Zulema 24 es mexicana y tiene tres hijos varones. Cada una narra que tan difícil es ser bailarina, dama de compañía, sexoservidora y por supuesto mamá… y papá…

En casa Isis asegura sus hijos más grandes y su mamá saben a qué se dedica, Zulema dice que no, porque son pequeños y no entenderían el oficio que desempeña desde hace dos años en la misma acera junto al mismo local

Isis dice trabaja de lunes a sábado de ocho de la noche a cinco o seis de la mañana., baila en un tubo de casi cinco metros de altura. Zulema, no tiene tanta suerte a veces hay días muy buenos otros no tanto y trabaja de domingo a domingo

Ambas mujeres tienen secundaria terminada, lo que ocasionó pocas probabilidades de obtener un empleo diferente con prestaciones y un sueldo digno

Isis baila y hace compañía a los clientes en el centro nocturno, realiza tres variedades por las noches, las paredes rojas, la luz a medias, el olor penetrante a cigarro, la música estruendosa es parte de su vida desde hace ochos años, Zulema, en cambio espera  en la avenida central poniente de Tapachula, sentada en el escalón de un negocio cuya cortina de acero hace las veces de respaldo, fuma de vez en cuando para matar la soledad a esperar que llegue un cliente a veces en un lujoso auto a veces a pie…

Son dos mujeres que desde diferentes trincheras comparten los mismos miedos y angustias

Mujeres cuyas parejas las abandonaron con los hijos, son mujeres que se ganan la vida ofreciendo su cuerpo, bailando, dibujando una sonrisa a quien paga por sus servicios; aunque  por dentro el alma duela y el dolor les angustie su objetivo es claro: es por sus hijos

Isis y Zulema son  bailarinas, prostitutas, sexoservidoras, trabajadoras sexuales, damas de la noche, mujeres de la calle, de la vida galante, y hay quien  suma otros apodos  más humillantes, lo cierto, es que cualquiera que sea el sinónimo empleado o el adjetivo calificativo utilizado, son madres de familia, que se preocupan por sacar adelante a sus hijos por llevarles de comer, por comprar una casa para ellos, por festejar este diez de mayo la gracia de ser madres… desempeñándose en lo que la vida las obligó a hacer… no importa que sea el oficio más antiguo del mundo.

Te puede interesar