La tasa de inflación anual se ubicó en 3.94 por ciento en febrero, lo que representa su nivel más bajo desde diciembre de 2016, un mes antes del ‘gasolinazo’, esto luego de que que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registrara una baja de 0.03 por ciento frente a enero.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la disminución mensual del INPC se derivó en gran medida de retrocesos en los precios del jitomate, chile serrano, tomate verde, otros chiles frescos, nopales, papa y otros tubérculos, calabacita, pollo, electricidad y del aguacate.
No obstante, se registraron aumentos mensuales en los precios de la gasolina magna, cebolla, huevo, servicio en loncherías, vivienda, servicios en restaurantes, plátanos, universidad, cigarrillos y azúcar.
El índice de precios subyacente (aquél que excluye bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos) registró un aumento mensual de 0.43 por ciento y una tasa anual de 3.54 por ciento, mientras que el índice de precios no subyacente disminuyó 1.38 por ciento mensual, con lo que se obtuvo una variación anual de 5.25 por ciento.