(AGENCIA) La crisis se agudizará porque dejaron de fluir a los estados los recursos destinados al tema migratorio, consideró el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL).
Catalogó de “perversidad” la propuesta que presentó el mandatario estadunidense, y que aceptó su similar mexicano Andrés Manuel López Obrador, pues las ciudades que recibirán a los expulsados de EU no tienen infraestructura para recibir más personas que lleguen en masa.
“Tenemos mucha preocupación porque el plan de Donald Trump es más perverso de lo que podemos imaginar. Hace dos años se anunciaron deportaciones masivas de allá hacia acá y no ocurrió, y ahora están las condiciones para que se dé. Y esto se dará mucho antes del plazo de 45 días, para que el gobierno mexicano no pueda cumplir con ese compromiso”, señaló el defensor de los derechos humanos.
El gobierno federal enfrenta ahora dos problemas migratorios simultáneos, pues por un lado deberá contener a las personas que llegan por la frontera sur, para evitar que se acerquen a Estados Unidos y, por otro, atender a los que serán regresados por el norte, donde los municipios en la frontera carecen de refugios para cobijar en condiciones dignas miles de deportados que se esperan.
El problema se agravará porque el instituto Nacional de Migración tiene menos personal que el que empleaba al finalizar el sexenio pasado, por lo que no habrá personal capacitado para atender la oleada migratoria, consideró.
Además, la federación dejó de enviar recursos a los estados para atender el tema migratorio debido a la desconfianza que hay de parte del gobierno de López obrador a las entidades, a las cuáles ya les desaparecieron todas las dependencias a las que llegaban esas partidas.