No solo los invasores de predios están llenando de piedritas los zapatos de mucha gente, también lo están haciendo los grupos antagónicos que gustan mezclar la violencia con la religión, formula por demás peligrosa en toda la historia de la humanidad…
Resulta que en el municipio de Venustiano Carranza están jugando con fuego, luego de que los evangélicos radicaron una queja ante la Comisión estatal de los derechos humanos tras ser despojados de 100 hectáreas de terrenos entre ejidales y propiedad privada…
Amén de que han denunciado que desde el 2015, les cortaron el agua y drenaje, y lo peor, dicen, les prohibieron construir su templo…
Y aunque esta historia data del 2012, ahora la revivieron, vaya usted a saber con qué intenciones, peor como reza el dicho popular, “cuando el rio suena, agua lleva”…
No vaya ser que a alguien se le haya ocurrido tender una cortina de humo disfrazada de un caso de intolerancia religiosa para activar algo peor….hasta el siguiente comentario.