El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer que uno de los principales objetivos que se fijó para 2016 es luchar contra “la epidemia” de las armas, a pesar del bloqueo del Congreso en este terreno.
“Mi decisión para el nuevo año es avanzar tanto como sea posible en temas irresueltos como nuestra epidemia de violencia por armas de fuego”, dijo el Presidente en su alocución semanal.
Obama, que inicia el último año de su segundo mandato, se reunirá el lunes con la secretaria de Justicia, Loretta Lynch, para transmitirle las opciones que maneja la Casa Blanca en relación con el tema.
Según medios estadunidenses, el Presidente podría anunciar a mediados de enero medidas, por decreto, que le permitan superar los obstáculos del Congreso, de mayoría republicana, con el propósito de generalizar la verificación de antecedentes judiciales y siquiátricos de los compradores de armas.
Apuntó que también recibe correspondencia de aquellos que comparten su pensamiento de que la Segunda Enmienda constitucional garantiza el derecho de los estadunidenses para portar armas.
“Y de los que comparten mi creencia de que podemos proteger ese derecho mientras evitamos que unos pocos irresponsables peligrosos causen daño a una escala masiva”, añadió.
Obama recordó que el Congreso no ha tomado acciones para prevenir los tiroteos masivos, incluyendo la iniciativa que hace tres años fue rechazada en el Senado que hubiera requerido la verificación de antecedentes “a virtualmente todos los que quisieran comprar un arma”.
El mandatario señaló que esa política fue respaldada por 90 por ciento de la población y apoyada por la mayoría de los hogares que pertenecen a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, dijo que la movilización del cabildeo a favor de que las armas de fuego estén disponibles sin ningún requerimiento, fue determinante para que el Senado rechazara la propuesta legislativa.
El presidente Obama llamó a los estadunidenses a organizarse para defender a sus hijos de la misma manera que los cabilderos.
“Ese es el trabajo de la ciudadanía, ponerse de pie y luchar para el cambio que buscamos”, remarcó.
El mandatario informó en su programa de radio semanal que recibe tantas cartas de padres, maestros y niños en relación con el tema de la violencia con armas y aseguró que no puede “quedarse sentado sin hacer nada’’.
Alrededor de unas 90 personas fallecen cada día baleadas a lo largo y a lo ancho de Estados Unidos.