De acuerdo con información proporcionada por el instituto nacional de estadística, geografía e informática, de un universo de 5 millones 293 mil 775 habitantes que tiene el estado de Chiapas, solo 1 millón 946 mil 93 tienen un empleo formal remunerado, en tanto que 506 mil 217 trabajan en la informalidad.
La dependencia, revela que según la última encuesta nacional de ocupación y empleo, en nuestra entidad se sumaron a la ocupación informal, tan solo en el último año, 60 mil ciudadanos.
Además hay 2 millones 8 mil 49 chiapanecos que forman parte de la población económicamente activa, mayores de 15 años, que no tienen y que buscan afanosamente una ocupación.
Las cifras son frías, pero la realidad es preocupante, porque las autoridades, sobre todo las del sector laboral, hablan constantemente de la generación de empleos y lo hacen como si estuviéramos en bonanza, cuando todos sabemos que ocurre todo lo contrario y la consecuencia es la incidencia de tanta delincuencia común como robo de automóviles y asaltos callejeros, a casas-habitación y a establecimientos comerciales.
Y ahora con las manifestaciones sociales: bloqueos carreteros, marchas y plantones, que cada vez son más frecuentes, los negocios pequeños están al borde de la quiebra y algunos ya han cerrado sus puertas, por lo que el primer afectado es el empleado que bien pagado o no, cuando menos ganaba para el sustento diario.
Esas personas que se quedan sin trabajo de la noche a la mañana, no tienen más que recurrir al empleo informal, que no es otra cosa que, una alternativa emergente para obtener un ingreso, pero sin ninguna seguridad social para ellas y sus familias, y eso, según las encuestas del INEGI, van en aumento, en detrimento de una sociedad cada vez más desprotegida…
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