Cerramos la primera semana de agosto con un “rosario” de quejas y anuncios nada edificantes pero justificados por parte del sector patronal cuando se cumplieron más de 80 días del plantón y los bloqueos del magisterio que milita en la CNTE.
Coparmex, Concamín y Concanaco coincidieron en que las pérdidas son superiores a los 7 mil 500 millones de pesos.
Después de expresar que “hemos sido excesivamente tolerantes”, los líderes de los organismos citados, ante la opacidad demostrada por las autoridades frente al conflicto magisterial, advirtieron que a partir del próximo 17 de agosto, dejarán de pagar impuestos y realizarán paros técnicos en sus establecimientos comerciales.
Gustavo de hoyos, presidente de la confederación patronal de la república mexicana, fue más allá: presentó ante el juzgado 11 en materia administrativa de la Ciudad de México, una demanda de amparo por actos y omisiones gubernamentales referente a los bloqueos del magisterio disidente.
Por su parte, Alejandra Barrales, dirigente nacional del PRD, lamentó el llamado de los empresarios a no cumplir con la ley, porque ésta se debe aplicar de manera indistinta para todos. Reconoció los daños que han causado las movilizaciones de los docentes, pero pedir la exención de impuestos o presentar declaraciones en cero, no abona ni ayuda a resolver el problema. Recalcó que “la ley no debe estar sujeta a negociaciones”.
Y efectivamente, la solución no es la rebeldía fiscal ni la negociación de la reforma educativa. La solución está en manos de las autoridades federales y la dirigencia de la CNTE, pero tal parece que lo que pasa en Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, no les importa. Tenemos que seguir aguantando hasta que las partes se cansen de jugar “al gato y al ratón” y encuentren la salida que, está tan clara como el final de un túnel, pero que no quieren verla, ¡porque así conviene a sus intereses!