Perfil de opinión, viernes 19 de agosto

por Notinúcleo Networks

La restitución en el cargo de Rosa Pérez Pérez, como presidenta municipal constitucional de San Pedro Chenalhó, es una prueba de que los acuerdos políticos de grupos con autoridades menores, no pueden estar por encima de la ley.

 

La sala superior del tribunal federal electoral, tomó tal decisión después de analizar el caso, y el congreso del estado, tendrá que acatar el fallo para garantizar la legalidad y el orden establecido, como lo reconoció, tan pronto se enteró, el presidente de la legislatura local.

 

Hay que recordar que Rosa Pérez Pérez, fue destituida después de manifestaciones de protesta que incluyeron la toma del congreso del estado con la retención de quienes ahí se encontraban, de agresiones en las calles, mesas de diálogo en la curia diocesana de San Cristóbal de las Casas y el secuestro de los diputados Eduardo Ramírez Aguilar y Carlos Penagos, quienes incluso, fueron llevados por la fuerza a la cabecera municipal y obligados a dar posesión al alcalde sustituto Miguel Sántiz Álvarez.

 

Después de esos acontecimientos, la presidenta municipal recurrió al tribunal federal electoral y esperó pacientemente los resultados. Al tener conocimiento de la decisión a su favor, declaró que “hoy comienza una nueva etapa para la vida política y social de Chenalhó”. También se comprometió a “mantener la gobernabilidad y la paz de las comunidades incluyendo todas las fuerzas políticas”.

 

Sin embargo, conociendo las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas de nuestro estado y de los intereses caciquiles que generaron el conflicto,  lo único que podemos decir, es que hoy se cierra una página y se abre otra en la historia de San Pedro Chenalhó que, esperamos, por el bien de sus habitantes, sea de tranquilidad y armonía…

 

Hasta el siguiente comentario.

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