El saqueo arqueológico es uno de los grandes problemas a la que se enfrenta la conservación arqueológica en nuestro estado, debido principalmente a la falta de identidad de los pobladores de las comunidades, lo que da como consecuencia la destrucción de los mismos.
La arqueóloga Julia Leticia Moscoso Rincón, investigadora del proyecto Bonampak, determina que el saqueo se da por personas ajenas a las comunidades quiénes engañan a pobladores, aprovechando que estos no tienen el conocimiento de la importancia de la protección y conservación del patrimonio arqueológico.
Asegura además que, también las autoridades municipales o estatales, al realizar una obra provoca destrucción de restos arqueológicos debido a no darle aviso al INAH. La arqueóloga da como ejemplo que, en los municipios de Chilón y Ocosingo, en las zonas Bolonkin y Kadankah, son sitios explotados para extraer el patrimonio arqueológico.
Para evitar y castigar el saqueo, la investigadora determina que, en nuestro país existe la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos el que determina en su artículo 53 que, al que por cualquier medio pretenda sacar o saque del país un monumento arqueológico, artístico o histórico, sin permiso del Instituto competente, se le impondrá prisión de cinco a doce años y de tres mil a cinco mil días multa.
Informa: Reynaldo Esquinca