Las autoridades de China confinaron Chengdu, una ciudad suroccidental de 21 millones de habitantes, para frenar un brote de coronavirus tras un aumento de los casos de covid-19.
Los vecinos recibieron orden de quedarse en casa y en torno al 70% de los vuelos con origen y destino a la ciudad quedaron suspendidos.
Chengdu es un importante núcleo de conexiones aéreas en la provincia de Sichuan, además de un centro económico y de gobierno.
Se aplazó el inicio del nuevo curso escolar, aunque el transporte público seguía funcionando y los ciudadanos podían salir de la ciudad si demostraban una necesidad especial.
Las autoridades de Chengdu difundieron un documento oficial en el que instan a los residentes a “quedarse en casa en principio” a partir de las 18:00 horas del jueves para luchar contra una nueva ola de contagios.