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Un coronel que participa en la Mesa de Seguridad en Sinaloa cuenta que el ejército mexicano detectó la estrategia que echaron a andar Los Chapitos apenas éstos supieron que Ovidio Guzmán había sido arrestado. Dicha estrategia consistía en afectar plantas potabilizadoras de agua, de luz, así como boicotear el transporte aéreo y terrestre.

Ante los planes de Los Chapitos, militares y policías estatales se adelantaron y echaron a andar el Plan Operativo: formar anillos de seguridad en los nueve accesos a Culiacán —Eldorado, Navolato, Imala, Tepuche, Culiacancito y la Avenida Álvaro Obregón, por mencionar a algunos. “La mayoría de los pistoleros no pudo ingresar a Culiacán porque nos anticipamos”, cuenta el coronel.

Sobre el grupo armado que logró acercarse al aeropuerto, hoy se sabe que su misión consistía en tomar la terminal aérea a fuerza de granadazos. En el último informe presentado en la Mesa de Seguridad, encabezada por el gobernador Rubén Rocha Moya, se lee que el objetivo más importante para Iván y Alfredo Guzmán, Los Chapitos, era el aeropuerto. El fin: “desestabilizar al Estado mexicano”, con tal de rescatar a su hermano Ovidio.

En el aeropuerto, los sicarios dispararon a la parte trasera del fuselaje de un avión de Aeroméxico que estaba a punto de despegar. Los tiros, como es sabido, impidieron el despegue del vuelo AM 165, con destino a Ciudad de México, y generaron miedo y crisis nerviosas entre los pasajeros y trabajadores.

Una vez que dispararon contra el avión de Aeroméxico, los sicarios tiraron a un Boeing 737 de la Fuerza Aérea Mexicana, donde un militar resultó herido. Envalentonados, uno de los sicarios pidió refuerzos para lanzar granadas a la pista. Todo quedó evidenciado en la grabación de una frecuencia de radio que circuló en redes sociales