Estamos a pocas horas del período vacacional de semana santa 2016, que prácticamente inicia con el fin de semana largo con motivo de la conmemoración del natalicio del benemérito de las américas don Benito Juárez el próximo lunes 21 de marzo.
Por un lado hay optimismo por recibir a los turistas tanto extranjeros como nacionales que año con año nos visitan para recorrer las bellezas naturales de nuestro estado y que significan una derrama económica importante para los prestadores de servicio y para la sociedad misma.
Sin embargo, ahora ese optimismo está siendo empañado por la preocupación de la ciudadanía chiapaneca, luego de que en los últimos meses, pero sobre todo en los últimos días, se han suscitado acontecimientos nada agradables.
Hablar de esos hechos, es hablar de algo que todos conocemos porque hemos sido testigos de manifestaciones, asesinatos, plantones y agresiones que en nada abonan a la paz y la tranquilidad que pregonan nuestras autoridades.
Primero los acontecimientos de Oxchuc con bloqueos carreteros y secuestro de unidades de transporte y que se prolongó por varias semanas sin que se le diera una solución favorable para la población de aquel municipio y para el resto de los habitantes de la entidad que se vieron afectados.
Después, ya en fecha más reciente, el caso Frontera Comalapa en donde fue asesinado un regidor y que derivó en el desafuero y captura del presidente municipal y luego las manifestaciones violentas y el titubeo y la tibieza de las autoridades correspondientes
Por otro lado, empresarios en plantón que ya llevan varias semanas, que reclaman adeudos del gobierno que datan de varios años y que las autoridades actuales evaden su responsabilidad bajo el argumento de que esos compromisos fueron adquiridos por la administración anterior, como si el trato hubiese sido de particular a particular y no entre la institución que es el gobierno del estado y los empresarios que hoy están al borde de la quiebra.
Agresiones a funcionarios del transporte cuyos autores gozan de cabal salud, es decir, andan sueltos como si nada hubiera pasado, lo cual demuestra debilidad oficial para defender a sus representantes que en su nombre arriesgan la vida.
Y por si fuera poco, todos los días tenemos bloqueos en los accesos principales de nuestra capital y en la caseta de cobro de la autopista que conduce a uno de los destinos turísticos más visitados como lo es San Cristóbal de las casas y plantones en el centro con manifestantes agresivos que siembran el temor y la zozobra en perjuicio del comercio y que mantiene secuestrada a la ciudadanía
En fin, este panorama de nubarrones que empañan el cielo otrora limpio de Chiapas, no puede ser atractivo para el turismo ni para otro tipo de visitantes.
Nuestras autoridades no garantizan tranquilidad y paz como lo hemos constatado en los últimos días.
Por eso ahora, todo mundo, emulando la frase chusca de un personaje famoso de la televisión, se pregunta: “Y…ahora, quién podrá defendernos”?…
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