Esta semana se conmemoró el Día Mundial del Agua. Con tal motivo, las autoridades de nuestro estado, en un evento rimbombante, echaron las campanas al vuelo y difundieron “cuentas alegres” en materia de conservación de ríos y arroyos, y sobre todo, en relación con la dotación de agua potable para la población.
Se destacó que Chiapas, de acuerdo con datos estadísticos del INEGI, es el sexto estado de la república con mayor dotación de servicios de agua y drenaje.
Otro orador, declaró que “durante esta administración estatal se implementan políticas públicas integrales, visionarias y a largo plazo para lograr una mayor administración del agua y los sistemas hídricos”.
Pero lo que no se dijo es que como consecuencia de la deforestación y la ineficiencia para combatir este mal, los ríos se están secando, las presas presentan su más bajo nivel de la historia, la contaminación galopante se puede apreciar hasta en lo que queda de los arroyos o en las zanjas que en el pasado fueron afluentes boyantes y cristalinos.
Y es que es muy fácil, encerrados en un salón con aire acondicionado, pronunciar discursos alusivos a una fecha tan importante, cuando en distintos puntos del estado, las quemas y los incendios consumen importantes hectáreas de recursos naturales
Es fácil hablar de proyectos y programas que se arman en los escritorios de las oficinas públicas cuando en el campo la realidad nos dice todo lo contrario pero la ciudadanía ya “no se chupa” el dedo
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