El caso Chenalhó, con sus recientes antecedentes de bloqueos carreteros, plantones, toma del palacio legislativo, saqueo a comercios y demás acciones de violencia…¡No está resuelto!
Como todos sabemos, la cuerda se sigue estirando de ambos lados y como si se tratara de un ring de boxeo… en una esquina la presidenta municipal respaldada por las autoridades estatales y en la otra, el Síndico con sus secuaces encaprichados en destituirla.
Pero por su fuera poco, ahora “brincó” al ambiente socio político, el nombre de Acteal, de triste memoria por la matanza de 45 indígenas, ocurrida el 22 de noviembre de 1997, cuya comunidad se encuentra en esa demarcación, al lado de otras, como Polhó y los Chorros, que fueron en aquella ocasión protagonistas de los funestos acontecimientos.
El grupo Las Abejas, puso la voz de alarma y prendió los “focos rojos” mediante un comunicado, dado a conocer el pasado jueves en que revela la presencia de paramilitares a la vez que denuncia y pide lo siguiente:
· Alto a la amenaza hacia los sobrevivientes de la masacre de Acteal.
· Hostigamiento e intimidación a los integrantes de Las Abejas en la comunicad Yaxgemel.
· Constantes disparos al aire libre día y noche ya que los paramilitares se encuentran armados.
· Cierre de caminos vecinales y carreteras con piedras por parte de los llamados “guardias” que además rondan las viviendas a altas horas de la noche.
· Garantías y condiciones de seguridad para el retorno de familias desplazadas
· Responsabilizan a los poderes ejecutivo y legislativo del Estado y señalan a los dirigentes de grupos inconformes por estar recurriendo a métodos paramilitares para conseguir sus objetivos.
La clara advertencia de Las Abejas en medio de un conflicto de por sí complicado, amerita pronta intervencion, antes de que en Chenalhó, vuelva a llegar la sangre al río.
Invita a que nuestras autoridades no caigan en la omisión y mucho menos en la indiferencia y falta de responsabilidad, como en su momento lo hicieron Emilio Chuayffet Chemor y Julio César Ruíz Ferro, Secretario de Gobernación y Gobernador del Estado, respectivamente, lo cual motivó que ambas cabezas rodaran por el suelo.
Pero este, no fue el episodio más trágico. Lo lamentable fue que 18 niños, 21 mujeres y 6 hombres se fueran a la tumba. Lo más imperdonable, fue que 45 familias quedaran marcadas por la impotencia y el luto para siempre.
Es obligación y responsabilidad del gobierno del estado, soluciones inteligentes y urgentes, que requieren capacidad de operación política.
El actuar con tibieza y a destiempo solo tendrá un resultado ,una confrontación de funestas consecuencias… y la seguridad de que se repita la historia
Hasta el siguiente comentario.
