¡Vandalismo puro hasta el último momento!
La quema de tarimas, cochones, colchonetas, cobertores, lonas y basura, que realizaron este viernes en la plaza cívica de Tuxtla Gutiérrez al momento de levantar el plantón, reafirmó que el movimiento siempre estuvo fuera de la ley y cuyas consecuencias tuvo que soportar durante cuatro largos meses el grueso de la población chiapaneca.
Desde luego estamos hablando de los maestros disidentes que después de su “salida política”, prendieron fuego a “la basura”, arrojando con saña y coraje las brasas que formaban grandes llamaradas hacia la fachada principal y las jardineras de palacio de gobierno.
Su actitud deja mucho que desear, porque en nada abona a la civilidad que merece el pueblo de Chiapas, y mucho menos es un ejemplo edificante para la formación educativa de nuestros hijos.
Fue triste observar por las redes sociales y los medios televisivos, el momento en que maestros e integrantes de las organizaciones adherentes realizaban la quema, con una falta total de respeto al edificio que alberga el poder ejecutivo del estado y que constituye “la casa de todos los chiapanecos”.
Nuestra patria independiente y sus libertades, de las cuales nos orgullecemos los mexicanos y que tanto se pregonó en las últimas horas, contrastó con el libertinaje y el abuso demostrados por los profesores inconformes y sus seguidores…
¡Y se terminó el plantón! ahora falta afrontar las secuelas que dejó a la sociedad, que son muchas, y que no sabemos cuánto tiempo lleve para poder superarlas…
Hasta el siguiente comentario.