Ahora resulta que Rosa Pérez Pérez optó ya por también radical sus acciones para presionar a las autoridades a fin de que le entreguen en su mano el dinero correspondiente al presupuesto del municipio de Chenalhó, como si se tratara de dulces al mayoreo.
Lo que se le olvida es que aún no ha tomado posesión de su encargo tras la resolución de los tribunales y eso evidentemente viola toda normatividad existente.
Pero hace unos días la doctora Rosa Pérez Pérez se jugó su última carta y en sus adentros recordó el dicho popular de “quien quite y chicle y pega” solo que le fallo el cálculo y tiro al bote de basura el capital político que le quedaba luego de que sus seguidores secuestraron por espacio de varias horas a las madres trabajadoras del palacio de gobierno impidiendo que fueran a sus casas a atender a sus hijos.
La toma de palacio evidentemente violento los derechos de gente trabajadora que tiene que cubrir jornadas de 8 horas o más para ganarse su sueldo.
La toma de palacio de nada le sirvió porque el alcalde impostor, Miguel Santis Álvarez también se le ocurrió llegar a la sede del poder ejecutivo para pedir lo mismo que rosita, como si se tratara solo de un botín político y económico.
Quedo claro que a ambos personajes les puede más su orgullo de no dar su brazo a torcer y comerse ellos solitos todas las rebanadas de pastel, solo que ahora se toparon con pared porque hasta donde se sabe, no les dieron un solo cinco de los varios millones de pesos del presupuesto.
En cualquier caso, no se vale la incongruencia de invocar la ley cuando conviene y de recurrir a la violencia y al vandalismo cuando también les viene en gana, así que su chicle y pega nomás no pegó…