Perfil de opinión lunes 20 de junio

por Notinúcleo Networks

El abasto de medicamentos en el sector salud se ha convertido en los últimos años en el talón de Aquiles para las instituciones estatales y federales, en cuya problemática se han visto inmersos desde viejos vicios de la burocracia pasando por deficiencias económicas y el eterno problema de quien abastece y distribuye los medicamentos donde los especuladores se han despachado a dos manos, en un tema que al final de cuentas representa un jugoso negocio cuyos dividendos se cuentan por millones de pesos.

Pero los efectos al final de la historia los sufre en carne propia el paciente y sus familias que se truenan los dedos para sacar adelante la emergencia médica.

Durante las últimas décadas se han documentado en todo el país un número mayúsculo de injusticias que jamás son sancionadas, eso sin contar el robo y reventa de medicinas que circulan en el mercado negro dentro y fuera de los mismos hospitales.

El anuncio dado hace unas horas por el nuevo secretario de salud, Francisco Ortega Farrera, de mantener el abasto de medicamentos en los principales centros médicos de la entidad, representa una gran noticia, pues de ello se garantiza la operatividad de los hospitales para la atención de urgencias, hospitalización y quirófanos, con lo que se beneficia a cientos de personas que requieran de atención médica.

Este anuncio deberá venir acompañado de un compromiso explícito y no de meras palabras que en cuestión de días o semanas se las llevara el viento, pues estamos hablando del surtimiento de insumos médicos para hospitales y clínicas de municipios como Comitán de Domínguez, Tapachula, Yajalón, Tonalá, Pichucalco y Tuxtla Gutiérrez, donde la demanda de la población de escasos recursos es mayúscula y no se puede ni se debe descuidar esos aspectos que significan la diferencia entre la vida y la muerte…

Hasta el siguiente comentario.

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