Grave, gravísima fue la radiografía que pinto el delegado de la Semarnat en Chiapas sobre el saqueo indiscriminado en la selva lacandona.
Externo que de la década de los 60s a la fecha, se ha perdido en esa área natural protegida más del 80 por ciento del macizo forestal.
Y como si se tratara de un informe de gobierno, el encargado de esa delegación, también enumero las especies que son presa de los traficantes, como el mono araña, las guacamayas y los jaguares, cuyas ganancias son millonarias.
Pero lo más grave es que ni la Semarnat, ni la Profepa tienen la capacidad de fuerza ni de voluntad para frenar estos ilícitos que cobran fuerza en el mercado negro.
Pero entonces, nosotros nos preguntamos, a que le juegan estas dos dependencias federales, que ni pichan, ni cachan ni dejan batear.
Son 56 largos años de devastación de la selva lacandona y no es posible que sus titulares solo calienten la silla…