La violencia digital se caracteriza por la vulneración de derechos a través de los servicios digitales, cuyas consecuencias pueden derivar en daños psicológicos o emocionales importantes, en el ámbito de su vida privada o en su imagen propia.
En México, las mujeres y las personas de la comunidad LGBT son dos de los grupos que más agresiones digitales sufren con 95 y 75 por ciento de la población en esos grupos –respectivamente-, ha sido afectada por agresiones en línea, de acuerdo con la encuesta sobre ciberacoso levantada por Bumble.
La violencia que se ejerce desde lo digital, pueden ser actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, mensajes de odio, vulneración de datos o información privada realizados mediante el uso de tecnologías. Además de la difusión de imágenes, audios o videos —reales o simulados— del contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento.
En Chiapas, han sido múltiples los casos de mujeres –en su mayoría- que han denunciado dichos actos, incluso, a funcionarias municipales… pero, ¿a dónde acudir en caso de ser víctima de este delito?
Para erradicar la violencia digital es importante que exista un trabajo entre autoridades locales y federales, plataformas, empresas y la sociedad y que se refuercen acciones de prevención, monitoreo, seguimiento e impartición de justicia.
En 2021, México aprobó modificaciones a la ley mejor conocido como Ley Olimpia, que nombra y regula la violencia digital. Pero el camino todavía es largo.
Informa: Lizbeth Leyte