Alguien debe leerle la cartilla a los dirigentes de dos sindicatos muy importantes: la CTM y la CROM, que por sus siglas y por su trayectoria, no deben permitirse caer en excesos y menos aún, en enfrentamientos.
Decimos esto porque en las últimas semanas se agudizo el conflicto entre la Confederación de Trabajadores de México y la Confederación Regional Obrera Mexicana en Chiapas, que se disputan su participación en la construcción del nuevo hospital de Tapachula, principalmente en el acarreo de material.
Primero ambos grupos se plantaron en la obra para bloquear la construcción, como medida de presión, hasta que fueron desalojados por la policía, donde fueron detenidos dos integrantes de la CROM.
Justo la detención de estos personajes detonó la reacción de este sindicato que había venido guardando la cordura y ahora amenaza con movilizarse en las próximas horas.
Ya vimos las consecuencias de caer en los excesos con el conflicto en la presa Chicoasén II que no solo puso en peligro la inversión millonaria para esta magna obra, sino que puso en jaque la estabilidad de toda una región, que solo busca trabajar y llevar el pan a su casa de manera honrada y no dinero manchado de sangre…