El cuerpo del futbolista argentino Emiliano Sala, fallecido en un accidente aéreo en el Canal de la Mancha el mes pasado, llegó el viernes a Buenos Aires y fue trasladado hacia su pueblo natal Progreso para ser velado por familiares y amigos antes de su cremación.

Los restos del jugador de 28 años llegaron al aeropuerto internacional de Ezeiza a bordo de un avión de línea británica proveniente de Londres. Una camioneta blanca de una empresa fúnebre retiró el ataúd de la terminal aérea y emprendió el viaje hacia el pequeño poblado situado a unos 540 kilómetros al norte de la capital argentina.

Sala, quien recién había sido fichado por el Cardiff de la Liga Premier, iba a bordo de una avioneta monomotor piloteada por David Ibbotson que desapareció del radar sobre el Canal de la Mancha el 21 de enero, en vuelo de la ciudad francesa de Nantes a Cardiff, la capital de Gales.

Los restos de la nave fueron recién localizados el 3 de febrero luego de que la familia del jugador recaudó fondos para iniciar una búsqueda privada con David Mearns, un estadunidense especialista en la detección de naufragios, en colaboración con investigadores británicos.

Los rescatistas sólo dieron con el cuerpo de Sala, que según la autopsia falleció por lesiones en su cabeza y torso.  Poco después de la llegada del cuerpo de Sala a su país natal, arribaron en otros vuelos su amigo y compañero en el Nantes, Nicolas Pallois, y el técnico Neil Warnock del Cardiff y su director general Ken Choo.

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