Ante la pobreza de ofertas atractivas en el mercado laboral femenino, el recurso al trabajo sexual es visto muchas veces como una forma dura de ganar dinero. Bibi, trabajadora de la zona de tolerancia o zona galáctica, como es conocida popularmente, cuenta que lleva 13 años como trabajadora sexual, y desde hace 4 años, lo ejerce en Chiapas.
Bibi cuenta que fue la falta de buenas oportunidades laborales y la necesidad de criar a 4 hijos completamente sola la que lo llevó a ejercer este trabajo, originaria de la Ciudad de México, narra que sufrió persecución, discriminación y violencia de parte de policías, quienes al detenerla le arrebatan su dinero.
Bibi cuenta que llegó a Chiapas hace cuatro años, pues sus amigas le contaron que en la capital del estado había una zona donde el trabajo sexual era permitido “cuando llegué me impresioné de cómo dejan trabajar en este ámbito, y no solo no somos perseguidas sino también hay instancias que te brindan servicios de salud para que estemos sanas, además de seguridad” expresó.
Bibi da a conocer 3 de sus hijos ya cuentan con una carrera universitaria, además de independencia financiera, y su hija más pequeña está a punto de ingresar a la universidad, por lo que dejar este trabajo está cada vez más cerca.
Informa: Reynaldo Esquinca