La expansión del pez diablo se ha convertido en una de las principales amenazas para los ecosistemas de agua dulce en México, debido a su alta capacidad de reproducción, resistencia a la contaminación y la ausencia de depredadores naturales, lo que lo convierte en una especie invasora difícil de erradicar.
Así lo señaló el investigador Fernando Córdova Tapia, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM
El doctor en Ecología y miembro del Sistema Nacional de Investigadores explicó que las especies exóticas como el pez diablo alteran gravemente el equilibrio ecológico y afectan tanto a la fauna nativa como a los ecosistemas en su conjunto.
Córdova Tapia advirtió que la Selva Lacandona, considerada uno de los últimos refugios de alta biodiversidad en el país, enfrenta un riesgo creciente por la introducción de especies exóticas. Sin embargo, precisó que la degradación ambiental es el factor que más propicia la invasión biológica.
“Cuando los ecosistemas están sanos, pueden resistir la llegada de especies invasoras. Pero cuando los debilitamos con contaminación, deforestación o cambios de uso de suelo, los volvemos vulnerables”, explicó el especialista.
Aprovechamiento como alternativa
Ante la dificultad de erradicar completamente al pez diablo, el investigador planteó alternativas para contener su población, como su aprovechamiento para producir harina de pescado, así como su uso en alimentación animal y acuacultura.
Aseguró que este enfoque puede generar beneficios económicos para las comunidades locales y ser parte de una solución integral:
“Necesitamos soluciones que vinculen la ciencia con la sociedad. De lo contrario, seguiremos enfrentando un problema de dimensiones globales”.
Finalmente, hizo un llamado a los jóvenes estudiantes a involucrarse en proyectos de investigación ambiental y reflexionar sobre el impacto de las actividades humanas en la naturaleza, destacando que la conservación de los ecosistemas de la Selva Lacandona es esencial para proteger la biodiversidad, la calidad del agua y los servicios ambientales de los que depende la población.