Durante la ceremonia de bienvenida al presidente de Francia, Emmanuel Macron en el Castillo de Windsor, la mirada de muchos no estuvo puesta solamente en la ceremonia real, ni en las personalidades que acudieron al evento, sino en el ojo visiblemente enrojecido del rey Carlos III, que no pasó desapercibido.
Las alarmas no tardaron en sonar, pues el monarca, de 76 años, que enfrenta actualmente un tratamiento contra el cáncer, fue visto con el ojo derecho completamente inyectado en sangre mientras encabezaba los actos iniciales de la visita de Estado del mandatario francés y su esposa, Brigitte Macron.
¿Qué le pasó al rey Carlos en el ojo?
Ante la creciente inquietud, el Palacio de Buckingham decidió salir al paso y aclarar la situación: no se trata de nada grave. Según un portavoz real, el rey sufrió una rotura de un vaso sanguíneo en el ojo, una condición conocida como hemorragia subconjuntival, más comúnmente conocido como derrame en el ojo que, si bien puede lucir alarmante, no representa un riesgo para la salud ni está vinculada con su diagnóstico oncológico.
De hecho, expertos médicos aseguran que este tipo de pequeñas roturas suelen aparecer sin previo aviso, provocadas incluso por algo tan cotidiano como una tos o un estornudo, y desaparecen por sí solas en cuestión de días.
El rey Carlos está atravesando un momento difícil por su salud tras ser tratado por hiperplasia prostática benigna en enero de 2024, los médicos le detectaron cáncer y actualmente se encuentra en tratamiento. El Palacio de Buckingham compartió la noticia del diagnóstico del Rey, pero indicó que no compartirá actualizaciones periódicas sobre su salud ni su tratamiento.
