Las delegaciones de Rusia y Ucrania se sentaron frente a frente este viernes en Turquía, en su primer encuentro directo desde 2022. Pero las esperanzas de una salida rápida al conflicto, que ya cumple más de tres años, se vieron rápidamente disipadas en un primer momento. Las exigencias iniciales mostraron que las posiciones siguen profundamente enfrentadas. Las conversaciones duraron menos de dos horas. Fuentes ucranianas dijeron a AFP y Reuters que las demandas de Moscú eran “imposibles”, calificándolas de “inaceptables”.
“Los representantes rusos están presentando peticiones inaceptables […] condiciones no constructivas y no iniciables, como que Ucrania retire fuerzas de amplias partes del territorio ucraniano que controla para que empiece un alto el fuego”, declaró un funcionario ucraniano que pidió anonimato.
Sin embargo, se llegó a un consenso en las conversaciones: fue el intercambio de al menos mil prisioneros y presentar planes para un alto al fuego, pero sin especificar si era temporal o definitiva. Moscú dijo estar “satisfecho” de las conversaciones con Ucrania.
¿Qué exige Rusia para acabar la guerra?
Desde el comienzo de la invasión en febrero de 2022, Vladimir Putin ha mantenido una postura maximalista. Su gobierno exige, entre otros puntos: El reconocimiento internacional de la anexión de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, además de la península de Crimea. La renuncia de Ucrania a unirse a la OTAN, que Moscú considera una amenaza existencial en sus fronteras.
También pide el cese del suministro de armas occidentales a Kiev, la desarticulación de grupos ultranacionalistas ucranianos, una eventual salida del presidente Volodimir Zelenski y el establecimiento de una “administración transitoria” bajo la ONU.
Putin argumenta que su ofensiva busca proteger a los rusohablantes del este ucraniano y “desnazificar” el país, el cual, según él, está dominado por potencias occidentales hostiles. Además, el Kremlin insiste en que Zelenski ya no es presidente legítimo, pues su mandato expiró en mayo de 2024 y no se celebraron elecciones por la guerra.