Reynaldo Esquinca
Pese a que en la actualidad la cultura zoque está dispersa, es una comunidad muy grande donde aún persiste la danza y la música, dónde las nuevas generaciones continúan con el legado de sus padres y abuelos.
Por ello, costumbristas y danzantes realizaron la danza del Napapok Etzé o danza de la pluma de guacamaya, esto dentro del carnaval zoque que se celebró del 11 al 13 de febrero.
Por ello, el grupo de danzantes recorren por diferentes barrios y colonias de Tuxtla Gutiérrez dónde haya un altar tradicional o viva algún músico o maestro danzante.
Para “don Chemita” quien tiene 90 años de edad, siendo el danzante más grande, con el paso de las décadas esta fiesta se ha modificado, lamenta que los adultos pierdan un poco el interés de la celebración, sin embargo, se alegra que son los jóvenes quiénes buscan preservar esta tradición zoque.