Honduras y Guatemala recibieron la noche del martes los féretros de seis y 17 migrantes de sus respectivos países, fallecidos en el incendio de un centro de detención en Ciudad Juárez, en el norte de México, que provocó 40 víctimas fatales.
Los restos en Honduras fueron entregados por autoridades de la cancillería a familiares, después de recibirlos en la sede de la Fuerza Aérea Hondureña en el aeropuerto de Palmerola, unos 54 km al norte de Tegucigalpa.
“El gobierno de la República ha solicitado al gobierno de México que se haga una exhaustiva investigación de los hechos ocurridos y condene a los autores del crimen”, dijo un comunicado de la cancillería hondureña.
El vicecanciller hondureño, Antonio García, informó que los cuerpos fueron trasladados la misma noche a diferentes lugares del país de donde eran originarios.
Los restos fueron transportados desde México en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, que antes aterrizó en Guatemala, donde fueron entregados los cuerpos de 17 de los 19 guatemaltecos que perecieron en el mismo incendio.