Los equipos de rescate prosiguen el jueves con la búsqueda de víctimas de las peores inundaciones registradas en más de cincuenta años en España, que dejaron al menos 140 muertos y “muchos” desaparecidos. La emergencia meteorológica “continúa”, advirtió el presidente del gobierno. En Paiporta, una de las localidades más afectadas por las lluvias torrenciales que la noche del martes formaron ríos de agua y lodo, los habitantes intentaban limpiar las calles, cubiertas de barro y de coches arrastrados por la corriente.
El último balance comunicado por las autoridades reporta 140 muertos, la gran mayorìa en Comunidad Valenciana, la región más afectada. También se reportan fallecidos en Castilla-La Mancha y Andalucía. Este saldo, el más elevado en España desde las inundaciones que dejaron 300 fallecidos en octubre de 1973, “va a aumentar” por la cantidad de desaparecidos, admitió la noche del miércoles el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, advirtió que el fenómeno meteorológico “continúa”, por lo que pidió a los habitantes de Valencia quedarse “en casa” para “salvaguardar” vidas, un mensaje similar al que poco antes había enviado el rey Felipe VI. Poco antes, la agencia estatal de meteorología, la Aemet, había decretado alerta roja por lluvias en Castellón, una zona de la Comunidad Valenciana al norte de las partes más afectadas, y pidió no hacer desplazamientos “salvo que sea estrictamente necesario”.
Sánchez, quien visitó este jueves el centro de coordinación de las labores de emergencia en Valencia, reiteró “el compromiso, por tierra mar y aire, por todos los medios, el tiempo que haga falta, con todos los recursos posibles, para encontrar ahora mismo a las personas desaparecidas”. Tras haber decretado tres días de luto, el dirigente socialista anunció que la región será declarada como zona catastrófica para agilizar recursos destinados a la reconstrucción.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ya había informado de una ayuda de emergencia de 250 millones de euros (270 millones de dólares) para los afectados.