Una colosal nube de arena proveniente del desierto del Sahara cubre desde el viernes los cielos de Suiza y llegó este sábado al sur de Francia, un fenómeno inhabitual que tiñó el paisaje de un tono amarillento y desató alertas por las concentraciones de partículas finas.
El fenómeno generó “un empeoramiento” de la visibilidad y un aumento de las concentraciones de partículas finas, advirtió en la red X el servicio meteorológico MeteoSuisse.
El sureste de Francia también se vio afectado la contaminación por partículas finas, anunciaron autoridades de las regiones de Provenza Alpes Costa Azul y del Hérault.
En Suiza, debido a la concentración del polvo a menos de 3 mil metros, la calidad del aire se deterioró desde las orillas del lago Lemán hasta el resto del país.
Según las estimaciones, la nube de polvo alcanzó unas 180 mil toneladas, detalló el meteorólogo Roman Brogli a medios. Esta es una cantidad excepcionalmente elevada, que según Brogli equivale al doble de la registrada en fenómenos similares en Suiza.