Perfil de opinión, miércoles 26 de octubre

por Notinúcleo Networks

El caso de la joven de 23 años que fue auxiliada a las 8 de la mañana por paramédicos de protección civil el domingo pasado después de ser violada y abandonada en la carretera de terracería que conduce a la zona de tolerancia al oriente de la ciudad, debe ser esclarecido hasta sus últimas consecuencias.

 

La primera versión conocida es que fue “levantada” por dos sujetos cuando el sábado por la noche salía del deportivo caña hueca y subida por la fuerza a un taxi. Al rendir su declaración, dijo además que ya estando en el automóvil de alquiler le aplicaron una sustancia que le hizo perder el conocimiento.

 

Por otro lado y en forma extraoficial, se supo que los dos sujetos que menciona en su denuncia eran conocidos suyos y que fueron ellos los que le dieron alguna droga para cometer su fechoría.

 

Por su parte, la Procuraduría de Justicia del Estado, por lo menos 72 horas después de los hechos, no había emitido comunicado alguno sobre sus investigaciones.

 

Mientras tanto, la sociedad empezó a conjeturar y como es natural el temor entre los padres de familia se hizo presente a través de las redes sociales y otros medios de comunicación, ante el riesgo que corren sus hijos e hijas al salir a las calles u otros centros de reunión.

 

Por eso decíamos al principio que ante acontecimientos como éste, es necesario que las autoridades realicen un esclarecimiento total, porque de lo contrario se crea una tensión social que en nada abona a la tranquilidad en que todos queremos vivir.

 

Además de que, haya sido como haya sido, el delito tiene que perseguirse y los culpables deben que pagar con cárcel, tal como lo prevén las leyes que nos rigen…

 

Pero los pulpos del transporte tendrán que cerrar filas y evitar contratar choferes que aprovechen su condición para cometer fechorías…

 

Hasta el siguiente comentario.

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