A casi seis años de la llamada austeridad, los partidos políticos son los únicos que han permanecido intocables. Año con año siguen aumentando sus recursos gracias al financiamiento público que reciben en las 32 entidades y a nivel federal, donde los partidos mexiquenses son los más afortunados, pues tienen la mayor capacidad financiera del país, con un margen de gasto de más de 2 millones 696 mil pesos cada 24 horas.
La fórmula para calcular su financiamiento, en todo el país, les garantiza que el recurso público crezca año con año y que nadie pueda tocar ni reducir los recursos que reciben de forma ordinaria, ni mucho menos los destinados a campañas o para promover liderazgos juveniles, femeninos o para estudiar y capacitarse.
Este año, los partidos le cuestan al erario 13 mil 751.7 millones de pesos, es decir, 37.6 millones de pesos al día. De esta cantidad, 7 mil 354.2 millones corresponden al ámbito federal —es decir, a lo que reciben los partidos nacionales— y 6 mil 397.4 millones a quienes tienen presencia a nivel estatal y, con ello, sus prerrogativas a salvo.
¿Cómo se calcula el financiamiento público?
En la mayoría de las entidades, el principal requisito para recibir financiamiento público es mantener al menos 3 por ciento de los votos válidos depositados en las urnas en la última elección, lo cual en entidades como Colima significa apenas 9 mil votos, tomando en cuenta una participación promedio de 50 por ciento y una lista nominal de 593 mil 158 electores, y de 198 mil en el Estado de México, donde hay 12.3 millones de personas mayores de 18 años.
En todas las entidades se toma como base 65 por ciento de la Unidad de Medida y Actualización por el número de electores, los cuales se actualizan cada año y aseguran que los recursos crezcan. En ningún caso se considera el número de votantes, como han propuesto especialistas en el tema, porque esto sí bajaría considerablemente sus recursos.
Por años se han presentado diversas propuestas para hacer menos costosos a los partidos políticos, para reducir el monto, modificar la fórmula para calcular el monto total y, en los últimos años, para cambiar la forma en que se distribuye, pues en la inmensa mayoría 30 por ciento del dinero se entrega de manera igualitaria entre todos y el otro 70 por ciento en función de su última votación.
En las entidades y a nivel federal se han presentado varias iniciativas de ley para reformar la legislación electoral, reducir el financiamiento público, modificar la fórmula o la forma en que se distribuye. En el caso mexiquense se han quedado en la “congeladora” y ni siquiera se han analizado en comisiones, pese a que Morena y sus aliados, desde hace dos legislaturas, podrían sacar adelante cualquier reforma.
En las consultas de la reforma electoral que se lleva a nivel nacional, se ha planteado la posibilidad de dar financiamiento sólo cuando hay campañas, pero desde ahora el secretario general del PRD, Javier Rivera, considera que ni los aliados de Morena lo van a permitir porque también les afectaría.