Pues siempre si reventaron la obra del nuevo hospital del Seguro Social en Tapachula, pese a que se trata de un nosocomio de primer orden tan necesario como urgente en la Costa y Soconusco.
Lo que la semana pasada se apreciaba como una mera posibilidad, producto de caprichos y chantajes, se hizo realidad al quedar suspendida tras los conflictos sindicales.
La situación, por lógica, escaló a niveles muy peligros, pues se teme que en cualquier momento se dé un enfrentamiento entre los grupos de transportistas en la modalidad de camiones de volteos, pues la CTM quiere a toda costa arrebatarles todo el pastel al sostener que cuenta con mano de obra calificada para entrar en acción y con la capacidad de operar con constructoras chiapanecas.
Mientras que Víctor Manuel Solís, secretario general de la CROM, puso las cartas sobre la mesa al señalar que su inconformidad es porque un sindicato estatal pretende adjudicarse la obra cuando en la región de la Costa y Soconusco hay sindicatos y agrupaciones conformadas por mano de obra y acarreadores de materiales que también tienen derecho a trabajar.
El conflicto gira en torno a los intereses de ambos grupos donde ninguno quiere dar su brazo a torcer.
Pero mientras se da esa rebatinga, la obra del hospital está paralizada y la inversión corre el riesgo de ser cancelado, igualito que ocurrió con la presa Chicoasén II y nadie mueve un dedo para meter orden…