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Mitos sobre el cambio climático

‘La crisis climática a mí no me afecta’, ‘las olas de frío demuestran que no hay cambio climático’, ‘la tecnología va a solucionar el problema’… desmontamos algunos de los bulos climáticos más extendidos.

MUY INTERESANTE .- Del cambio climático se ha escrito y se ha dicho mucho, y en muchas ocasiones los grupos de presión negacionistas han contribuido a la proliferación de afirmaciones falsas que persisten hoy en día, cuando ya casi nadie niega que el cambio climático sea una realidad. Muchas de estas mentiras se aprovechan de la incertidumbre inherente a la ciencia: sabemos que el clima está variando y que lo seguirá haciendo, pero los modelos no pueden prever con exactitud milimétrica todos los detalles de estos cambios. De la misma forma, sabemos que los últimos años han sido los más calurosos desde que se tienen registros, pero cada vez que se produce un episodio de frío o nevadas intensas se oye alguna voz supuestamente experta que confunde clima con meteorología y afirma que las bajas temperaturas son una prueba de que la Tierra no se está calentando.

Hoy en día ya casi nadie niega el cambio climático, pero los bulos que circulan sobre el mismo no solo tienen que ver con su existencia. Hay muchos mitos sobre sus causas, sobre sus implicaciones y por supuesto en torno a sus soluciones. Hablamos de un problema muy complejo sobre el que aún hay mucho por saber, pero que ya nos está afectando: sus consecuencias no forman parte de un futuro distópico lejano sino que ya son realidades. Tampoco existe una solución única y mágica para frenarlo, y poner excusas o echar balones fuera para evitar hacerle frente tampoco ayuda a manejar el problema.

En esta galería intentamos desmontar algunos de los bulos y falsas afirmaciones que circulan relacionados con el cambio climático.

El efecto invernadero es un problema ambiental

Aunque son términos que van de la mano, el efecto invernadero es una cosa y el cambio climático otra. El efecto invernadero en sí mismo no es un problema, de hecho es un fenómeno natural decisivo para la vida tal y como la conocemos en la Tierra y se refiere a la capacidad de algunos de los gases que hay en la atmósfera de retener parte del calor que llega desde el Sol y evitar que vuelva al espacio. El problema es que la acción humana ha hecho que aumente tanto la cantidad de gases con efecto invernadero que se está provocando un calentamiento global extra.

El cambio climático no me afecta

De manera tradicional, el cambio climático se ha identificado con la figura del oso polar nadando en un iceberg en medio de un mar de hielo que desaparece. Quizás por ello muchas personas sientan que este es un problema ajeno a ellas. Sin embargo, todo estamos ya sufriendo en mayor o menor medida las consecuencias del cambio climático: algunos fenómenos meteorológicos extremos o que nos pique un mosquito tigre en latitudes en las que antes no había son algunas de ellas.

Da igual lo que yo haga para frenar el cambio climático

Es cierto que, sin una estrategia política y global para avanzar hacia la descarbonización de la economía, la lucha contra el cambio climático será un fracaso. Sin embargo, esto tampoco nos exime de dar pasos en nuestra vida cotidiana para emitir menos gases con efecto invernadero. Todo suma y cualquier acto cuenta, esto no es una carrera de todo o nada, y cada gramo que se deje de emitir es igualmente valioso.

La tecnología va a solucionar el problema

El tecnoptimismo es otro pensamiento muy peligroso supone delegar toda la esperanza en que alguien invente una solución tecnológica que nos libre del cambio climático. Ese ‘algo inventarán’ implica creer en un remedio mágico y milagroso que seguramente no llegue nunca. El cambio climático es un problema complejo y por ello no hay una solución única.

Esto es algo cíclico, ya ha habido otros cambios climáticos antes

Aunque, al menos en el ámbito científico, el negacionismo ya parece superado, en algunos entornos aún se escuchan ese tipo de comentarios que parecen restar importancia al problema. Efectivamente, no es la primera vez que cambia el clima en la historia de la Tierra, pero está demostrado que la actividad humana ha acelerado este proceso. Además, sea de quien sea la culpa, sabemos que de no frenarlo las consecuencias serán catastróficas así que más nos vale hacerlo.