Aunque se desconoce el nombre y el número de artesanos que elaboraron los monumentos escultóricos de piedra, en Palenque, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) publican el estudio más completo de esta producción que asciende, hasta ahora, a 202 piezas de uno de los más vistosos estilos del área maya.
Dicho trabajo, que sale a la luz bajo el título Monumentos escultóricos de Palenque, será presentado el próximo domingo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara e incluye, por primera vez, el análisis histórico y epigráfico de estas piezas, entre lápidas, tableros y altares del sitio.
“En Palenque no se esculpieron objetos en bulto redondo, tal como ocurrió en la mayor parte de los sitios mayas, sino que optaron por otro formato escultórico, como los relieves sobre lápidas”, así como en tableros, tronos, altares, estelas y sarcófagos, dice a Excélsior la investigadora Martha Cuevas García, coordinadora del volumen.
¿Se tiene idea de cuánta gente participó en estos trabajos?, se pregunta a Martha Cuevas.
“No se tiene una idea de cuánta gente participaba en estas actividades de labrar las esculturas ni de la mano de obra para las construcciones ni nada.
“Sin embargo, Palenque nunca fue una ciudad con mucha población, pues algunos cálculos estiman apenas 13,000 personas en las épocas más densamente pobladas”, señala.
Pese a todo, reconoce que es posible advertir experiencia acumulada en dicho trabajo.
“Hay siglos de desarrollo de esta tradición escultórica en piedra, en estuco y en los incensarios de barro. Incluso, de esta última colección tenemos al menos seis siglos de elaboración que siguieron la misma forma y tuvieron la misma función, así que se iba acumulando la experiencia de una generación a otra”, expone.
¿En qué momento se establece su estilo escultórico? “Es posible que a partir del año 400, cuando se establece la dinastía que va a estar gobernando hasta el final de la ciudad, es decir, hubo esta tradición escultórica que no cambió mucho entre la obra del siglo VI y la del IX”.
En su oportunidad, Ángel Sánchez Gamboa, coautor del volumen, asegura que ya se ha descifrado 90% de la escritura maya en estas esculturas en las distintas casas del Palacio de Palenque, en sus templos y su Acrópolis.
“El estudio de las inscripciones jeroglíficas y del arte de la iconografía, en parte, lo realicé junto con el epigrafista ucraniano Yuriy Polyukhovich.