La ciudad de Lahore, la segunda ciudad más grande de Pakistán, enfrenta niveles sin precedentes de contaminación atmosférica, con un índice de calidad del aire (ICA) que alcanzó las mil 67 unidades el sábado, según el monitor IQAir.
Este valor, que descendió parcialmente durante la mañana, se sitúa 40 veces por encima del nivel máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual establece un límite seguro en un índice de 15 para las partículas PM2.5 en un lapso de 24 horas.
Los altos niveles de partículas finas PM2.5, las más perjudiciales para la salud humana, representan un riesgo grave para la población. Estas partículas, que pueden penetrar profundamente en los pulmones y el sistema circulatorio, alcanzaron un pico de 610 microgramos por metro cúbico en Lahore, nivel que sobrepasa ampliamente el rango considerado “peligroso” por la OMS. Un índice superior a 180 ya se considera perjudicial, y valores sobre 300 son catalogados como extremadamente peligrosos.
“Lahore nunca había registrado un nivel de mil” en el ICA, comentó Jahangir Anwar, funcionario de Protección Ambiental del gobierno local, quien advirtió que la situación podría extenderse por varios días más. Según Anwar, la combinación de emisiones de diésel de baja calidad, quema de rastrojos agrícolas y bajas temperaturas invernales han contribuido a crear esta situación crítica, dejando la ciudad envuelta en una densa neblina contaminante.
Ante esta situación, la agencia provincial de protección ambiental implementó restricciones adicionales en cuatro áreas de alta concentración de emisiones, conocidas como “puntos calientes” en la ciudad. Las medidas incluyen la prohibición de asados en restaurantes que no cuenten con filtros de humo y la paralización de proyectos de construcción, en un intento por reducir el índice de contaminación en los próximos días.