En el marco del Día Internacional del Migrante, la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, a través de Cáritas, realizó la tradicional “Posada del Migrante”. Este evento no solo busca ofrecer un momento de alegría a quienes han dejado su hogar, sino también recordar la similitud de su camino con el de la Sagrada Familia. Gilberto Hernández García, responsable de la Pastoral Social, nos explica el profundo significado de este encuentro y la labor de acompañamiento que realizan en la capital chiapaneca.
Para la Pastoral Social de Tuxtla, la migración no es solo un fenómeno estadístico, sino un eco de la historia bíblica. Al celebrar la “Posada del Migrante”, se busca crear un puente de empatía entre la ciudadanía y quienes transitan por el estado.
Gilberto Hernández García
“Lo hacemos siempre cada año en el contexto del día internacional de las migraciones… encontramos una serie de similitudes entre José y María migrantes con el niño en el vientre María y nuestros hermanos migrantes que atraviesan por nuestra tierra. Entonces es una oportunidad de encuentro una oportunidad de fraternizar”.
Sin embargo, el panorama ha cambiado. Ya no solo se trata de personas de paso; debido a las restricciones en las leyes migratorias de Estados Unidos, muchas familias han hecho de Tuxtla una estancia prolongada.
“Son familias que en gran medida ya están instaladas aquí en Tuxtla… se han quedado aquí en nuestra ciudad. Entonces, bueno, los hemos convocado para compartir con ellos un momento de alegría, un momento de esperanza para poder seguir teniendo contacto con ellos que siguen pasando algunas necesidades”.
El epicentro de esta ayuda es la Casa del Migrante “Jesús Esperanza en el Camino”. Con 16 años de historia, este recinto se ha convertido en un oasis que ofrece mucho más que un techo; brinda dignidad a través de servicios integrales.
“Esta casa… tiene 16 años que fue fundada… la intención siempre es dar acogida a las personas migrantes, brindarles un lugar de descanso donde puedan asearse, donde puedan tener atención médica, psicológica, espiritual, donde también hay un espacio legal para ellos… es un espacio de recuperación”.
Ante la disminución de los flujos masivos en meses recientes, la casa ha permitido estancias más largas, enfocándose en la recuperación física y emocional de los viajeros antes de que retomen su camino hacia el
Una labor incansable que cumple más de década y media brindando humanidad en medio de la incertidumbre.
Para Notinucleo Daniela Grajales