En lo alto de Copoya, un rincón de raíces profundas y aroma a comal recién encendido, una mujer decidió que las tradiciones zoques no se perderían. Su nombre es Sury Guzmán, cocinera tradicional y orgullosa heredera del sazón de su abuela.
SURY GUZMÁN / COCINERA TRADICIONAL ZOQUE
“Empezamos desde muy pequeñas de aproximadamente seis, siete años. Me quedé viviendo un buen tiempo con mi abuelita, es ahí donde aprendí varias cosas… cuando ella estaba en el fogón haciendo sus tortillas, sus frijoles, haciendo el fuego… pues ahí es donde te dan tu bolita de masa, los frijoles que machaques.”
De esas memorias nació un proyecto: el primer grupo de mujeres cocineras tradicionales zoques. Mujeres que, de manos de Sury, descubrieron no solo cómo preparar tamales de chipilín o guisados de flor de mayo, sino cómo encontrar su propia voz.
“El reconocimiento más valioso para mí, aparte de preservar la cocina zoque, es el cambio de vida que he podido ver de las señoras que están aquí en el equipo de trabajo.”
Hoy, muchas de ellas han emprendido sus propios negocios, llevando los sabores de Copoya a mercados, ferias y mesas de otras comunidades. Y el nombre de Sury ha cruzado fronteras.
“Estoy muy agradecida con el grupo Mariam, unas mujeres francomexicanas que se dedican precisamente a visualizar a las nuevas generaciones de diferentes emprendimientos. En esta ocasión, decidieron enfocarse en las cocineras tradicionales… y formaron un nuevo grupo de cocineras tradicionales nueva generación. Y bueno… trajimos un primer lugar, no solo para Copoya o para Chiapas… es para representar a todo México.”
Pero Sury no solo cocina. Ella rescata cultura. Ofrece talleres de marimba, de coronas de flores naturales, limpia espiritual con hierbas de la región, y nunca olvida llevar puesta la vestimenta tradicional de Copoya.
“Sury no solo preserva la comida tradicional, sino la cocina tradicional engloba toda la cultura de aquí del pueblo. También tenemos marimba, damos talleres de coronas de flores naturales, limpias, la vestimenta, que es muy importante. Yo a donde quiera que voy llevo la vestimenta de algún baile de aquí.”
Desde un fogón en Copoya, el corazón de Chiapas sigue latiendo fuerte, gracias a mujeres como Sury Guzmán, que con cada plato cuentan una historia y escriben un futuro distinto para su comunidad.
Para Notinucleo Daniela Grajales.